Diego López Garrido, secretario de Estado para la Unión Europea, al comentar la novela Millenium, de Stieg Larson, afirma: "Espero que sirva para conmover y también para corroer los sucios cimientos de la perversión".
Las aseveraciones de López Garrido me parecen extrañas: no creo que una novela pueda ser utilizada para "corroer los sucios cimientos de la perversión". Una obra de arte no tiene ninguna función moral o ética. Sólo debe ser arte, sin ninguna otro objetivo.
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