En 1967 el psicólogo Martin Seligman, de la Universidad de Pensylvania, hizo un descubrimiento sorprendente al estar comprobando el condicionamiento clásico de Pavlov. Aplicaba un choque eléctrico a un perro segundos después de haberlo expuesto a la luz de un flash y a un sonido. Al principio, cuando el perro percibía ambos estímulos, trataba de escapar. Sin embargo, al estar sujeto a unos arneses, no podía hacerlo. El animal aprendió, pues, que, intentara lo que intentara, su tormento no cesaría.
En cierta ocasión, a Seligman se le olvidó amarrar al perro. Cuando el flash y el sonido aparecieron, el animal no trató de escaparse aunque ya no tenía atadura alguna.
2 comments:
Costumbre... es mas facil escapar de ella cuando aun no te acostumbras a ella...
sì muy triste, ya habìa Leìdo de ese "experimento"
Publicar un comentario